Y no, no descubrimos que el agua moja. Estamos hablando de los tipos de emprendimientos que existen, es decir, los digitales, los tradicionales y los tecnológicos. Te explicamos masticadito.
- Un emprendimiento tradicional es ese que, generalmente, vemos en nuestra cotidianidad: una tienda de barrio, restaurante, peluquería, entre otras opciones. Es una buena opción para quienes buscan iniciar un negocio con un menor riesgo y una mayor probabilidad de éxito a corto plazo.
- Los emprendimientos digitales son los que ofrecen productos o servicios en línea. Así de sencillo. Sea mediante sitios web, aplicaciones o redes sociales. ¿Qué ventaja tienen? Que casi cualquier persona puede emprender solo con un computador e internet, y los costos iniciales pueden ser más bajos.
- Los emprendimientos tecnológicos, que conocemos como startups, ya son otro universo. Estas se enfocan en la innovación tecnológica y que pueden crecer rápido y escalar.
- Una startup nace para crear un producto o un servicio que pueda transformar industrias enteras; casi siempre necesitan inversionistas externos y, en el caso ideal, se expanden por todo el mundo. Por ejemplo, Airbnb, Uber, Spotify nacieron como startups.