Muchas personas creen que la meditación se trata de “apagar” la mente; pero nada más alejado de la realidad. Eso es como pedirle a los pulmones que dejen de respirar.
La meditación es una práctica que busca enfocar la mente para estar más presentes, tener claridad, ser conscientes del cuerpo y del contexto que habitamos. ¿Quieres intentarlo? Te compartimos algunos consejos.
- Lo primero es tener un lugar tranquilo y cómodo. Ahí puedes sentarte o acostarte. El objetivo es que el cuerpo se sienta muy cómodo.
- Ahora lo más importante: la respiración. Tomemos un globo como ejemplo: puedes inflar el abdomen con la inhalación y desinflar al exhalar. La idea es concentrarse en ese movimiento y en el flujo de aire.
- Es normal que la mente se disperse. Cuando eso pase, trata de volver la atención a la respiración.
- ¿Y por cuánto tiempo? Para empezar puedes meditar por 5 o 10 minutos, incrementando de a poco el tiempo. Los resultados seguramente no los vas a ver el primer día, pero… paciencia.
- Lo último: crear el hábito. Intenta meditar a la misma hora todos los días, sea en la mañana al despertar, después del almuerzo o antes de acostarte, como te quede más fácil.