Aunque parezcan similares son conceptos muy diferentes. Si no conoces las diferencias, aquí te las explicamos.
Cuando hablamos de creatividad nos referimos a generar buenas ideas, sean originales o útiles. Es ese momento en el que se nos enciende el bombillo y creamos soluciones novedosas a problemas o desafíos. También está en otras actividades más cotidianas: cuando hablamos, dibujamos, tomamos una foto, escribimos, hasta cómo nos vestimos.
Mientras que la innovación utiliza la creatividad para crear valor: lleva a la realidad todas esas buenas ideas que surgen en el proceso creativo, ya sea en forma de nuevos productos, servicios o modelos de negocio para resolver alguna necesidad de manera única.
Frente a los desafíos que el mundo nos propone constantemente, la creatividad da un paso adelante para resolver problemas específicos y encontrar soluciones innovadoras. ¿Cómo?
- Repensando los problemas desde otras perspectivas y para hacerlo hay que perder el miedo e imaginar para poder crear.
- Abriendo la puerta a nuevas colaboraciones, con personas de otras disciplinas y expertas en diferentes temas. En la diversidad está el encanto.
- Experimentando y equivocándonos. De los errores también se alimenta el pensamiento creativo y nacen ideas que pueden cambiarlo todo.
- Accionando, las ideas son más valiosas cuando las convertimos en una realidad.
- Cambiando. No existen ideas perfectas, se transforman todo el tiempo y aceptarlas y darles la vuelta también es creatividad.