En EAFIT el futuro es presente. Y este Informe es testimonio de ese recorrido emprendido por la Institución, en el que se conjugan la ciencia, la transición, los cambios, la acción, la naturaleza y el humanismo. Esta es la historia que nuestra comunidad de conocimientos y saberes construyó, en 2022, el año de la transformación, y es la misma que nos motiva a hilvanar nuevas conexiones e imaginar futuros posibles.
Desde el origen de la humanidad, las mujeres y los hombres hemos concebido el futuro como una antípoda: es esperanza, al tiempo que incertidumbre. Conforme avanzan los tiempos, la ciencia, la tecnología, el arte y la educación nos permiten acercarnos con mayor profundidad y diversidad a este concepto que, además, cruza con mayor rapidez el surco de lo intangible a lo tangible.
Las universidades estamos llamadas a plantear la reflexión alrededor del futuro y con ello, a liberar preguntas incómodas, a propiciar escenarios que reten a la sociedad y a escuchar a los diferentes grupos de interés. Vivimos, y nos atrevemos a aseverarlo con toda certeza, un momento esencial en la historia de la educación mediado, además, por desafíos culturales, políticos, sociales, económicos, laborales y tecnológicos que nos interpelan por la dignidad humana, el desarrollo sostenible y la formación, a partir de las dinámicas contemporáneas.
En esa línea de pensamiento, este Informe de Sostenibilidad 2022 se convierte en el testimonio de la huella que EAFIT, como ese gran tejido que somos, deja en la sociedad en un año en el que, aún, convivíamos con la estela de una pandemia que nos cambió la vida. Esta es una historia escrita a muchísimas manos, un relato en el que los eafitenses y las organizaciones aliadas (de ahí la estructura narrativa de este informe) le cuentan a la sociedad por qué somos una Institución conectada con los grandes desafíos planetarios y con un futuro que, en esta Universidad, se construye desde el presente.
Este es un mundo en transición y en cambio permanente que requiere transformar los discursos en acción y que necesita conexiones significativas, todo esto dentro de un sistema de valores que, como el de la Universidad, cree y se mantiene en su propósito de inspirar vidas, crear conocimiento y transformar sociedad.
Nuestra responsabilidad pasa, además, por entregarle al entorno buenas personas, profesionales sí, pero, sobre todo, seres con una ética que priorice lo grupal por encima de lo individual, que siembre comunidad, que respete la naturaleza y que conciba la unión indisoluble entre cuerpo, mente y espíritu.
Además de nuestra huella, en el presente relato se encuentra nuestra concepción de la educación que no se basa en disciplinas sino en proyectos, que aborda la totalidad del ser y en el que el protagonista es el estudiante, uno que descubre, propone y que tiene en sus manos la posibilidad de modificar un entorno en movimiento que necesita generación de valor y de pluralismo.
Sí, 2022 nos trajo aprendizajes. Pero, insistimos, es el futuro el que nos interpela cada instante sobre cómo nos preparamos para darle una bienvenida permanente. Por eso, la
invitación es a escuchar sus mensajes desde una interacción movilizadora que cuestione y que forme personas, que entable conversaciones difíciles, que sea disruptiva y que impacte con soluciones.
EAFIT es un tejido de conexiones y capacidades que se renueva constantemente. Durante más de 62 años hemos aportado nuestros conocimientos y saberes a la sociedad para su avance y desarrollo. Hoy, de la mano de la sostenibilidad, seguimos hablando con el futuro en una conversación cercana y retadora, una que evoluciona constantemente.
Claudia Restrepo Montoya
Rectora
“Las universidades tienen que ser relevantes para la sociedad en la que están. En ese
sentido, tienen que transformarla e impactar la vida. Además, deben comprender a esa sociedad”.
“Cuando cambian los valores de una sociedad, así como el contexto tecnológico, cultural y político, igual que el mundo de las organizaciones y del trabajo, la educación tiene que preguntarse cómo es relevante frente a todas estas transformaciones. Es recordar bien para qué educamos, cómo hacemos para entender a la gente a la que educamos y a la que formamos, quiénes son, qué sueñan, cómo piensan y qué les gusta”.
“Si bien el aprendizaje basado en proyectos como lo llamamos ahora no es nuevo, sí es absolutamente necesario porque además tiene un efecto primario importante y es que emociona y conecta, porque uno se siente mucho más feliz cuando hace algo útil o algo que tiene un sentido”.
“Una universidad es una plataforma de desarrollo de capital humano en todas sus dimensiones, que cuando se haga investigación se desarrolle capital humano. Los conocimientos no tienen sentido sino hasta que se vuelven conocimiento apropiado en las empresas, y eso se vuelve productos, bienes, servicios, negocios o transformaciones sociales”.
David Escobar Arango
Presidente del Consejo Superior
Pódcast La universidad imaginada
El futuro nos habla... y en EAFIT dialogamos con él
Temporada 2, capítulo 2
En el inicio de una nueva temporada de La universidad imaginada, te invitamos a una conversación con David Escobar Arango, presidente del Consejo Superior de EAFIT y director de Comfama, en la que, desde la filosofía, nos aproximamos a temas como la sostenibilidad planetaria y al cultivo de la humanidad.
Una conversación sobre tejido, conexiones, filosofía, impacto y transformación que nos permite hacernos preguntas, dejarnos retos y seguir aprendiendo. La razón para hablar de esto: llegó el momento del año en el que recorremos los logros y los impactos durante 2022; y también mirar adelante hacia los retos que nos plantea el futuro.